El Parque Natural de Gorbeia, el más extenso del País Vasco, se extiende entre Bizkaia y Álava como un mosaico de paisajes que combina montañas, hayedos, pastizales y formaciones kársticas. Este parque es un refugio para la biodiversidad y un paraíso de los observadores de aves con sus bosques de hayas y robles que albergan una rica avifauna forestal, mientras que los pastizales y zonas rocosas permiten el avistamiento de rapaces como el buitre leonado, el halcón peregrino y el águila calzada. En el extremo sur del parque se encuentra uno de los saltos de agua más espectaculares del País Vasco: la Cascada de Gujuli, también conocida como Goiuri. Con una caída libre de más de 100 metros, esta cascada se precipita desde un macizo calizo por el que discurre el río Oiardo, formando un profundo cañón que desemboca en el río Altube. Es un lugar ideal para la observación de aves como el buitre leonado, el alimoche, el halcón peregrino, o el mirlo acuático, especialmente en época de lluvias o deshielo, cuando el caudal alcanza su máximo esplendor. Además de su valor natural, la cascada está envuelta en una leyenda mitológica vasca que no desvelaremos de momento. En los alrededores existen varias queserías donde se elabora el tradicional queso Idiazabal. La segunda parte de la jornada se desarrollará ya en Cantabria, concrtamente en el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel uno de los humedales más importantes del norte de España y un santuario para las aves acuáticas y migratorias, especialmente durante el otoño y el invierno. Entre las especies más destacadas están la espátula común, el ánade silbón, el aguilucho lagunero y una gran diversidad de limícolas donde destaca el zarapito real. El parque cuenta con varios observatorios para la observación de aves y pueblos con encanto como Santoña, famoso por sus anchoas, y Noja, con playas y arquitectura tradicional. Este parque no solo es un paraíso para los ornitólogos, sino también un lugar donde la naturaleza y la cultura costera se entrelazan, ofreciendo una experiencia completa para quienes buscan tranquilidad, belleza y biodiversidad. Dormir en Santoña o Santander