La España verde tiene ciudades grandes y pequeñas. Ciudades que miran al mar y ciudades que miran a las montañas. Todas tienen un denominador común: son excelentes opciones si lo que se desea es practicar un poco de ‘shopping’ navideño.
Avilés (Asturias)
Qué ver en Avilés
Avilés es una ciudad con un pasado asombroso (profundamente pesquero, profundamente industrial) que esconde un casco histórico único. En su casco medieval hay una de las mayores concentraciones de calles porticadas de España: más de tres kilómetros de pasillos a resguardo de la lluvia y los rigores de los meses fríos del Cantábrico. ¿Algo más? A principios del siglo XXI se levantó en antiguos terrenos industriales el Centro Niemeyer, la única obra del famoso arquitecto brasileño en España. Merece la pena conocer el complejo no sólo por su agenda cultural sino por la multitud de imágenes y videos ‘instagrameables’ que se pueden realizar en sus dominios.
Las mejores zonas de compras de Avilés
-Calle de la Cámara. Se trata de la calle peatonal que nace junto al Ayuntamiento y serpentea hasta la iglesia de Santo Tomás de Canterbury. Ahí encontraremos una excelente selección de comercios locales y tiendas de la grandes marcas.
-Vecina de ésta es La Plaza, el mercado tradicional de la ciudad en el que, sobre decirlo, encontraremos todos los tesoros gastronómicos y frescos del Principado, ya vengan del mar, de la montaña o de los prados. Imprescindible.
Un dulce típico de Avilés (para recuperar fuerzas)
Las Marañuelas seguramente sean los dulces más emblemáticos del triángulo formado por Avilés, Candás y Luanco. Aunque las marañuelas de Avilés, con textura de bollo, tienen poco que ver con las de Candás y Luanco, que se asemejan más a una galleta mantecada o a una pasta. Tanto las unas como las otras son un gozo para golosos.
Vitoria-Gasteiz (Euskadi)
Qué ver en Vitoria-Gasteiz
La más mesetaria y elevada de las capitales vascas (está a 525 metros de altura) es una ciudad con un encanto único: por un lado, un casco antiguo medieval de callejuelas que dibujan una almendra y unidas por cantones, gobernado por una catedral gótica; por otro, una ciudad moderna de escala humana y ensanches modernos en la que, ya desde los inicios del siglo XX, se crearon numerosos espacios verdes para que los vitorianos ‘respiraran’ aire puro. Cien años después de aquello, Vitoria-Gasteiz sigue siendo la Green Capital por excelencia.
Vitoria-Gasteiz puede presumir además de una contundente oferta cultural materializada en una completa red de museos y festivales de música. Y sí, también trabajan los apetitosos pintxos vascos con maestría.
Las mejores zonas de compras de Vitoria-Gasteiz
-Calle Dato. Se trata del corazón comercial del ensanche del siglo XIX, en colaboración con su perpendicular (calle Postas), la paralela (Fueros) y otras hermanas cercanas como San Prudencio o General Alava. Dato es una calle con el encanto de antaño, gran atractivo para el shopping y un imán para los gasteiztarras que van y vienen en busca de tiendas, cafeterías o restaurantes.
-Almendra Medieval. Conocida por sus numerosos bares, museos y, por supuesto, la catedral gótica de Santa María, la parte antigua de Vitoria-Gasteiz también es un territorio abonado para pequeñas tiendas locales con encanto como librerías, comercios de artesanía, anticuarios o pequeñas boutiques de moda.
Un dulce típico de Vitoria-Gasteiz (para recuperar fuerzas)
Los vasquitos y neskitas son el principal símbolo de la repostería alavesa. Se trata de unos bombones que, según la modalidad, están rellenos de naranja, frutos secos o crema de toffee. Su formato de venta los hace idóneo para degustar ahí mismo o para llevarlo de recuerdo (o de regalo) tras visitar estas tierras.
Santander (Cantabria)
Qué ver en Santander
¿Es posible ser una ciudad típicamente norteña, profundamente cantábrica, orgullosamente perteneciente a la España Verde y, a la vez, mirar hacia el sur? Sí, es posible. La prueba es Santander, orientada al sol del mediodía (el más cálido y luminoso) y a resguardo de los temporales. Santander es una ciudad vibrante que acaricia el mar de muy diferentes formas: a través de los antiguos muelles portuarios, hoy convertidos en muelles ‘culturales’ gracias al Centro Botín; a través de la playa de la Belle Epoque del Sardinero o mediante la idílica isla de la Magdalena, un tupido bosque rodeado de agua y coronado por el palacio homónimo, refugio de reyes y reinas. El Santander ‘de interior’ también tiene peculiaridades que lo hacen atractivo: una catedral gótica y un trazado de calles bien moderno creado tras un devastador incendio acontecido hace casi 100 años.
Las mejores zonas de compras de Santander
-Calle San Francisco. Una vía peatonalizada con cierto carácter bohemio, en la que conviven comercios históricos, tiendas modernas y artesanía.
-Mercado de la Esperanza. El mejor sito para conocer y comprar todo lo relativo a la gastronomía cántabra y para hacerlo en los mejores proveedores.
-Calle Juan de Herrera. Otra calle peatonal con una agitada vida comercial que comparte eje con la de Burgos. Une la plaza del Ayuntamiento con la Porticada y nos deja a las puertas del otro mercado con enjundia, el del Este.
Un dulce cántabro (para recuperar fuerzas)
Lo bueno del Santander es que es un rompeolas en el que chocan todas las delicias dulces de la comunidad y, recordemos, Cantabria goza de fama nacional gracias a creaciones como los sobaos pasiegos o las quesadas. El primero es una joya para acompañar un café; el segundo, una delicia que se disfruta hasta en solitario.
Vigo (Galicia)
Qué ver en Vigo
De un tiempo a esta parte, Vigo se ha convertido (por méritos propios) en la principal expresión de la Navidad en España, una ciudad que supo detectar antes que nadie la importancia de ‘vestirse’ adecuadamente para una ocasión tan especial. Y lo hizo (y lo sigue haciendo) con un espectacular traje de luces que crece y evoluciona cada año. Aparte de ello, Vigo sigue siendo una urbe dinámica, cosmopolita y culturalmente inquieta. Nacida y criada al abrigo de un puerto pesquero que sigue siendo la principal entrada de pescado y frutos del mar a España, Vigo cuenta con un muy interesante patrimonio urbano repartido por el Casco Vello, el Ensanche, el barrio marinero de Berbés o la concatedral de Santa María. ¿Una curiosidad? El Teatro García Barbón se inspira directamente en la Ópera de París.
Las mejores zonas de compras de Vigo
-Calle del Príncipe. No hay discusión en torno a considerarla la principal arteria comercial, rebosante de vida y gente la mayor parte de los días del año. Como es habitual, todo tipo de comercios (locales e internacionales, tradicionales y modernos…) convergen aquí. El pulso comercial se prolonga en su continuación, Urzaiz.
-Las calles peatonales y semipeatonales que rodean la calle del Príncipe en la zona más próxima a la a la Porta do Sol (y la misma plaza) son un hervidero de comercios que merece la pena descubrir mientras se pasea sin rumbo.
-Mercado del Progreso. Situado en pleno centro, renovado tras décadas de tradición culinaria, el mercado de Progreso es el lugar idóneo para vivir una experiencia gastronómica genuina.
Un dulce típico de Vigo (para recuperar fuerzas)
Las filloas de Vigo son una versión gallega de los populares crêpes: una tortitas finas y delicadas que se pueden acompañar de miel, chocolate, membrillo, castañas cocidas u opciones saladas. Catarlas recién hechas es como tocar el cielo.
