En otoño, los días se acortan, los árboles pierden hoja pero la España Verde luce uno de los vestidos más espectaculares del año: uno de verdes intensos, ocres y bermellones. Hemos seleccionado cuatro experiencias de la Reserva Ecoturista de la España Verde en las que se combina senderismo, geología, enogastronomía, ecoturismo y, por supuesto, emociones. Muchas emociones.
Asturias. Ser quesero por un día

¿En qué consiste la experiencia de ser quesero por un día en Asturias?
En conocer las cuevas en las que los queseros asturianos llevan décadas madurando las piezas de Queso Cabrales, uno de los productos gastronómicos asturianos más conocidos (y apreciados) en España. Pero la experiencia no se queda ahí. Para llegar a la cueva habrá que vivir exactamente lo mismo que vive un quesero entregado en cuerpo y alma a la elaboración de sus quesos: una marcha de un par de horas por senderos que no aceptan más ayuda que la de las mulas que portan todo lo necesario. Sin vehículos a motor. Durante el trayecto, se explicarán los secretos y las historias que esconde este queso tan característico y típico de la montaña asturiana.
¿Dónde tiene lugar?
La ruta arranca en Tielve, un lugar idílico apartado del mundanal ruido cuyas casas forman un anfiteatro sitiado por picos rocosos. Tielve es una de las parroquias pertenecientes el concejo de Cabrales, cuenta con poco más de 20 habitantes y toda su historia está vinculada a la ganadería y a los ‘frutos’ de ésta como el queso. Desde Tielve se asciende, entre prados, cabañas de piedra y manchas de hayedos hasta el Monte Camba, en cuyas cuevas los antiguos queseros encontraron el lugar idóneo para que afloraran las vetas mohosas (y deliciosas) que caracterizan el Cabrales.
¿Quién la puede vivir?
Cualquier persona con ganas de conocer cómo se produce la magia que se esconde tras los quesos asturianos y, muy importante, con una preparación física mínima para caminar durante más de cuatro horas por pistas y senderos.
Cantabria. Ruta por las Orujeras de la Comarca de Liébana

¿En qué consiste la experiencia de la ruta por las orujeras de la comarca de Liébana?
En conocer las instalaciones, productos, métodos e historias que hay detrás de la decena de orujerías que hay en Liébana y en las que, desde hace siglos, trabajan los procesos alquímicos para convertir el zumo de las uvas que maduran en los parajes lebaniegos en orujo. Cada orujería (y cada orujo) es un universo único con sus propios procesos, gustos, tradiciones familiares o viñedos de forma que nunca hay dos orujos iguales. Lo mismo ocurre con la tipología de las visitas, existiendo hasta la posibilidad de conocer ‘in situ’ las viñas y observar (si hay suerte) fauna lebaniega como jabalíes, corzos o águilas.
Si la visita se hace en noviembre, tiene premio: desde hace más de 30 años se celebra en la localidad de Potes la Fiesta de Orujo, declarada de Interés Turístico Nacional. Ocurre durante el segundo fin de semana del mes y la ocasión es inmejorable para degustar los nuevos orujos en un ambiente festivo con presencia de algún personaje popular (al que se nombra ‘Orujero Mayor’), mercados tradicionales, música en vivo y la concesión de la ‘Alquitara de Oro’ al mejor licor del año.
¿Dónde tiene lugar?
En los mismísimos pies de los Picos de Europa, en el valle de Liébana, un lugar privilegiado para los amantes de la naturaleza, la mejor gastronomía y los pueblos de montaña. Potes es la capital monumental y comercial de la comarca, también habitada por hitos religiosos como el Monasterio de Santo Toribio de Liébana (uno de los lugares santos del cristianismo por custodiar el Lignum Crucis) o la iglesia de Santa María de Pisca, joya del románico cántabro. ¿Más? El teleférico de Fuente Dé que, en pocos minutos, permite ascender al Parque Nacional de Picos de Europa, el encantador pueblo de Mogrovejo o, para los amantes del senderismo y la avantura, el Camino Lebaniego, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
¿Quién la puede vivir?
Mayores de edad que deseen conocer los mil y un matices que tienen unos licores de factura artesana en los que se vuelca un conocimiento de la tierra, las viñas y las uvas con siglos de antigüedad
Euskadi. Dormir en cabañas en los árboles en el Parque Natural de Gorbeia

¿En qué consiste la experiencia de dormir en cabañas de los árboles en el Parque Natural de Gorbeia?
¿Es necesario explicar en qué consiste una experiencia que marida el mejor turismo slow con una comunión total con la naturaleza vasca? ¿Acaso hay algo mejor que despertar con el canto de los pájaros, el susurro de las ramas y las vistas de un bosque en otoño? Durante el día, los planes serán los que ‘dicten’ los encantos visitables del Parque Natural de Gorbeia y durante la noche sólo hay que dejarse abrazar por él y pernoctar en construcciones ecológicas instaladas en inmensos abetos Douglas. Sí, se trata de la misma especie arbórea que fascinaba al agente Cooper en la serie de culto ‘Twin Peaks’.
¿Dónde tiene lugar?
Nada más y nada menos que en el Parque Natural de Gorbeia, situado a caballo entre Araba/Álava y Bizkaia: el espacio protegido más grande de todo Euskadi. Recibe el nombre del emblemático monte Gorbeia, de 1.482 metros de altura, una gran mole rocosa con un perfil modesto: este gigante muy querido por los ‘mendizales’ (‘montañeros’ en euskera) no presume de grandes agujas, sino que su cima se caracteriza por estar alfombrada por prados y coronada por una gran cruz metálica cuya estructura recuerda a la de la torre Eiffel de París. A los pies del Gorbeia se despliegan todos los encantos del parque como el hayedo de Otzarreta (que en otoño alcanza su cénit de belleza); la cascada de Gujuli, esplendorosa si la temporada ha sido lluviosa; o el humedal de Saldropo, que en la antesala del invierno recibe numerosas aves migratorias.
¿Quién la puede vivir?
Personas que disfruten durmiendo (¿quién no?) y despertando en un paraje único alejado de los sonidos de la vida moderna.
Galicia. Fósiles en el Geoparque Montañas de Courel

¿En qué consiste la experiencia de la ruta por los fósiles del Geoparque Montañas de Courel?
Se trata de un viaje submarino (pero sin necesidad de sumergirse en el agua) y de un viaje en el tiempo a una época remota situada 500 millones de años atrás. ¿Cómo es eso posible? Las montañas de Courel, con una altitud media de 1.100 metros en la actualidad, formaron parte del fondo marino millones de años atrás. Luego, ese fondo emergió y las rocas marinas acabaron convertidas en laderas rocosas de montañas. Aquellas criaturas que, una vez, habitaron en el mar, murieron en él y acabaron enterradas bajo minerales se convirtieron en fósiles que hoy podemos apreciar al aire libre.
¿Dónde tiene lugar?
En el mejor de los lugares posibles: el Geoparque Montañas do Courel, situado en la provincia de Lugo (Galicia) y un espacio natural declarado Geoparque Mundial por la UNESCO. No bromeamos si decimos que sus montañas son como libros que, en vez de hojas de papel, tienen rocas escritas hace más de 500 millones de años. ¿Qué nos cuentan esas rocas? Nos hablan de las espectaculares formaciones como el plegamiento de Campodola-Leixazós; historias de minas antiguas e, incluso, la biografía de los miles de fósiles marinos del Paleozoico que habitaron aquí antes que nosotros. Antes de ser montaña, el Courel fue mar. El paisaje combina profundos valles, bosques autóctonos y aldeas tradicionales construidas en piedra y pizarra.
¿Quién la puede vivir?
Todas aquellas personas que gozan leyendo las rocas como si fueran las hojas de un libro, o aquellos que consideran un paraje natural un espacio tan fascinante como una biblioteca (pero al aire libre).











