Inicio / Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Somiedo
El Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Somiedo destaca por su extraordinaria diversidad geológica, ecológica y cultural. Su relieve abrupto, con valles profundos y picos escarpados, alberga lagos de origen glaciar, bosques autóctonos y una flora muy rica, con especial protagonismo de las orquídeas y endemismos como la centaura somedana.
Este espacio es uno de los principales refugios del oso pardo cantábrico y un lugar privilegiado para la observación de fauna de alta montaña. Entre los mamíferos destacan especies como el rebeco y el esquivo gato montés, mientras que entre las aves es posible observar rapaces como el águila real, el alimoche, el buitre leonado o la culebrera europea. También alberga aves de montaña muy apreciadas por los ornitólogos, como el pechiazul, el roquero rojo, las chovas piquirroja y piquigualda, el acentor alpino, el gorrión alpino o el treparriscos.
Además, Somiedo conserva un valioso patrimonio etnográfico, con más de 150 construcciones tradicionales con techumbre de teito (escoba), en su mayoría cabanas situadas en las brañas y zonas de uso ganadero de las zonas altas del Parque. También existen brañas de corros, unos característicos chozos circulares de piedra techados con tepes de hierba. En la aldea de Veigas, un interesante conjunto de casas de teito forma parte del Ecomuseo de Somiedo, ofreciendo al visitante una inmersión en las formas de vida tradicionales ligadas a la ganadería trashumante de los Vaqueiros de Alzada y a la arquitectura popular.
De primavera a otoño son las mejores épocas para visitar el Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Somiedo por la combinación ideal de condiciones naturales y posibilidades de observación. En primavera, el paisaje despierta con una floración espectacular, destacando la riqueza botánica del espacio —especialmente las orquídeas y narcisos—, la gran riqueza de mariposas, y el dinamismo de la fauna, que se muestra más activa tras el invierno. Este es, precisamente, el mejor momento para la observación de grandes mamíferos como el oso pardo que, en plena época de celo, está especialmente activo en las horas centrales del día realizando mayores desplazamientos. El verano, por su parte, ofrece temperaturas suaves que permiten disfrutar plenamente de las rutas de senderismo, y el acceso a lagos de montaña. Y, en otoño, los hayedos y robledales se tiñen de colores intensos, lo que convierte al parque en uno de los destinos más fotogénicos del norte peninsular, además de ser la temporada del celo de los rebecos cantábricos y la berrea del ciervo, un fenómeno natural que atrae a visitantes y fotógrafos. También este es un buen momento para la observación de los osos que acuden a comer bellotas. Además, en estas estaciones es posible recorrer el parque en su plenitud y aprovechar al máximo los conocimientos de los guías locales especializados, que no sólo te ayudarán a interpretar el paisaje y la biodiversidad, sino que también sabrán orientarte sobre las mejores zonas y momentos para la observación de fauna, adaptando el recorrido al comportamiento estacional de las especies y a las condiciones del entorno.
En el Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Somiedo se pueden realizar numerosas actividades ligadas a la naturaleza y la cultura tradicional de montaña. Así, es un destino ideal para disfrutar de la naturaleza en estado puro, observar la fauna desde miradores organizados y autorizados, practicar senderismo, hacer fotografía de paisaje o vivir experiencias guiadas de interpretación del territorio, siempre desde un enfoque respetuoso y sostenible.
Es uno de los lugares más emblemáticos para la observación del oso pardo, especialmente en abril-mayo y agosto-septiembre. También es un espacio privilegiado para la observación de mariposas y el avistamiento de aves de alta montaña, con especies singulares como el treparriscos o el acentor alpino.
La riqueza botánica es otro de los atractivos, con floraciones de orquídeas en primavera y endemismos como la centaura somedana, cuya floración se limita al mes de julio muestra una flor pequeña y delicada que crece en zonas de aguas rezumantes. Los amantes de la geología y el cielo nocturno pueden disfrutar de rutas interpretadas y experiencias de astroturismo, mientras que la fotografía de paisaje y etnografía encuentra aquí un escenario ideal gracias a la combinación de relieve montañoso, lagos, brañas y construcciones tradicionales. Además, el parque cuenta con guías especializados que ofrecen itinerarios centrados en la interpretación de la naturaleza, los rastros y huellas de fauna, y el patrimonio etnográfico vivo de esta zona singular de la cordillera Cantábrica.
Somiedo concentra un gran número de enclaves con un altísimo valor paisajístico, natural y etnográfico, siendo uno de los espacios más completos para explorar la montaña cantábrica. En la braña de La Peral se combinan las panorámicas de alta montaña con la posibilidad de observar oso pardo desde puntos habilitados. También destacan sus emblemáticas cabanas de teito, techadas con escoba, que forman parte del valioso patrimonio tradicional de la zona. En Veigas pueden visitarse algunas casas de teito perfectamente restauradas y, por su parte, el Ecomuseo de Somiedo muestra varios núcleos vertebrados en torno a la casa rural, los oficios y la trashumancia y los trabajos agrícolas.
Además, en pueblos como Perl.lunes pueden encontrarse ol.leras —antiguos cubículos de piedra usados tradicionalmente como neveras—, que forman parte de la ruta etnográfica del agua, otra forma de adentrarse en la cultura tradicional del parque. Para los amantes del paisaje, las rutas hacia los lagos de origen glaciar son imprescindibles: desde La Farrapona se accede a los lagos de Saliencia, con un mirador geológico que ayuda a interpretar las formas glaciares de la parte alta del valle homónimo, mientras que en el Valle de Lago se encuentra el majestuoso lago del Valle, enclavado entre montañas calizas. Somiedo es además un lugar ideal para combinar la observación de fauna, el paisaje y la etnografía, con multitud de senderos y puntos interpretativos repartidos por todo el concejo.
En el Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Somiedo se pueden realizar numerosas actividades ligadas a la naturaleza y la cultura tradicional de montaña. Así, es un destino ideal para disfrutar de la naturaleza en estado puro, observar la fauna desde miradores organizados y autorizados, practicar senderismo, hacer fotografía de paisaje o vivir experiencias guiadas de interpretación del territorio, siempre desde un enfoque respetuoso y sostenible.
Es uno de los lugares más emblemáticos para la observación del oso pardo, especialmente en abril-mayo y agosto-septiembre. También es un espacio privilegiado para la observación de mariposas y el avistamiento de aves de alta montaña, con especies singulares como el treparriscos o el acentor alpino.
La riqueza botánica es otro de los atractivos, con floraciones de orquídeas en primavera y endemismos como la centaura somedana, cuya floración se limita al mes de julio muestra una flor pequeña y delicada que crece en zonas de aguas rezumantes. Los amantes de la geología y el cielo nocturno pueden disfrutar de rutas interpretadas y experiencias de astroturismo, mientras que la fotografía de paisaje y etnografía encuentra aquí un escenario ideal gracias a la combinación de relieve montañoso, lagos, brañas y construcciones tradicionales. Además, el parque cuenta con guías especializados que ofrecen itinerarios centrados en la interpretación de la naturaleza, los rastros y huellas de fauna, y el patrimonio etnográfico vivo de esta zona singular de la cordillera Cantábrica.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, eiusmod tempor.
La Reserva Ecoturista de la España Verde es una invitación a vivir el norte de España de otra manera. No es una red de alojamientos