Cuatro museos de la España Verde únicos en su especie

La España Verde se puede vivir, se puede gozar, se puede experimentar y, también, se puede aprender. Os presentamos cuatro museos que vertebran nuestra ruta y que os desvelarán aspectos únicos del Norte de España. ¿Cómo es posible combinar boinas vascas, cuevas prehistóricas cántabras, dinosaurios asturianos y el bellísimo arte del encaje gallego? Estad atentos…

La Encartada Fabrika-Museoa. Diputación Foral de Bizkaia.

La Encartada Fabrika Museoa en Balmaseda, Bizkaia (Euskadi)

Tres curiosidades sobre las boinas vascas

¿Sabías que si buscas una fotografía de principios del siglo XX que retrate alguna calle o paisaje de Euskadi, con total seguridad casi todos los hombres que aparecen en ella llevarán una boina, también llamada ‘txapela’ en euskera?

¿Sabías que la txapela no era un simple complemento sino toda una seña de identidad vasca? Por ejemplo: hace décadas era posible reconocer de que territorio de Euskadi era una persona en función del tamaño de su boina y de cómo la llevara ladeada.

¿Sabías que la txapela es un trofeo habitual en las competiciones deportivas vascas y que por ello, en euskera, la palabra para referirse a un ‘campeón’ es ‘txapelduna’ (que significaría “el que lleva boina”)?

Un museo singular de Euskadi

En un rincón de Bizkaia, en la comarca de las Encartaciones cinco indianos fundaron en 1892 una gran fábrica textil. La hicieron construir junto al río Cadagua para aprovechar su energía hidráulica, a apenas dos kilómetros del monumental pueblo de Balmaseda. La factoría estuvo funcionando durante 100 años hasta 1992, año en el que cerró sus puertas, para convertirse poco después en un museo, La Encartada Fabrika Museoa.

El atractivo de esta fábrica-museo, no sólo radica en lo que exhibe, sino en lo que es: un gran complejo industrial del siglo XIX que ha llegado prácticamente intacto hasta nuestros días, con maquinaria centenaria que todavía funciona, con el sistema motriz original de poleas y correas, con muestras de su vastísima producción textil y con los edificios de la colonia obrera. Todo ello se complementa con la atractiva musealización, que permite viajar al pasado industrial de Euskadi.

Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, en Santillana del Mar (Cantabria)

Tres curiosidades sobre la Cueva de Altamira

¿Sabías que en 1879 el botánico Marcelino Sanz de Sautuola se adentró en una cueva próxima a Santillana del Mar en compañía de su hija María y que la niña descubrió unas figuras esbozadas en el techo? La joven exclamó: “¡Padre! ¡Hay bueyes pintados!” pero no eran bueyes, sino bisontes y el descubrimiento revolucionó la Historia de la Humanidad.

¿Sabías que el descubrimiento de la cueva de Altamira fue un acontecimiento de tal relevancia que nadie creyó que esas pinturas hubieran sido hechas por nuestros antepasados miles de años atrás? Hubieron de pasar ¡veinticinco años! para que la comunidad científica internacional reconociera en 1903 que, efectivamente, los bisontes de Altamira eran auténticos.

¿Sabías que el éxito de visitas de la cueva de Altamira en el siglo XX fue tal que tuvo que ser cerrada para preservar las pinturas originales? ¿Sabías que en 2001 se creó una reproducción exacta para que las futuras generaciones pudieran seguir viviendo la ‘experiencia Altamira’?

Un museo imprescindible de Cantabria

Si la Cueva de Altamira es una referencia mundial en el mundo del arte prehistórico, su museo y la experiencia de visita a la Neocueva creada en 2001 es uno de los planes culturales más top que se pueden realizar en España.

La Neocueva es una reproducción tan exacta (de todo, de las piedras, los pliegues, las grietas, los colores, la iconografía más representativa) de la covacha original que se ha utilizado hasta como plató de cine para rodar la película de 2016 protagonizada por Antonio Banderas.

El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira cuenta con la exposición permanente ‘Los tiempos de Altamira’ y ofrece una visión panorámica y muy detallada de  la vida cotidiana, el entorno natural, las manifestaciones artísticas de las comunidades prehistóricas que habitaron en esta región y la evolución tecnológica de nuestros antepasados.

Museo del Jurásico de Asturias en Colunga (Asturias)

Tres curiosidades sobre los dinosaurios en Asturias

¿Sabías que los dinosaurios se paseaban hace más de 150 millones de años por un territorio que, en la actualidad, se ubica en la costa de Asturias y que sus huellas han llegado intactas hasta nuestros días?

¿Sabías que en la playa de La Griega, a apenas dos kilómetros del pueblo de Colunga, se encuentra la segunda huella del Jurásico más grande hallada en el mundo?

¿Sabías que la costa oriental asturiana cuenta con tantas huellas de dinosaurios que, aparte de playas idílicas, acantilados y pueblos pesqueros con mucho encanto, existe una ruta que permite seguir los pasos de los saurópodos?

Un museo singular en Asturias

No es extraño que en lo alto de una colina, a medio camino entre Colunga y la playa de la Griega, exista el Muja, el Museo del Jurásico de Asturias, un espacio que se sumerge en profundidad en esta época tan fascinante. La experiencia museística comienza antes incluso de acceder al edificio, en el privilegiado altiplano en el que se ubica, rodeado de bosques y mar, y por el que deambulan reproducciones de dinosaurios como si estuviéramos viviendo un día cualquiera de millones de años atrás.

El espectáculo prosigue en el mismo Muja. Su aspecto exterior simula la huella de un dinosaurio; mientras que el interior imita, con madera escandinava, las costillas de uno de estos reptiles. El museo desentraña de forma amena y muy efectista los secretos de estos animales (por ejemplo, con una pareja de Tyrannosaurus Rex en actitud amorosa) y su relación con Asturias. Importante: no hay que perderse su completa colección de fósiles.

El Museo do Encaixe de Camariñas, A Coruña (Galicia)

Tres curiosidades sobre al arte del encaje gallego

¿Sabías que la única mercancía española que viajaba a bordo del malogrado Titanic (y que se hundió irremediablemente con el navío en abril de 1912) era una caja repleta de piezas de encaje creadas de forma artesanal por una ‘palilleira’ que trabajaba en la zona de Camariñas?

¿Sabías que los encajes creados en este rincón de la Costa da Morte llegaron a tener tanta fama internacional que la mayoría de la producción, 100% artesana, se exportaba a los hogares más pudientes de países como Argentina, Estados Unidos (a donde se dirigía el Titanic) o Cuba?

¿Sabías que la zona gallega de Camariñas concentraba el 90% de la producción de Galicia de este intricado arte que utilizando hilo, bolillos y mucho oficio (es decir, muchos años de trabajo y experiencia que se transmitía de madres a hijas pues era una industria esencialmente femenina) lograba autenticas joyas textiles?

Un museo singular de Galicia

Así, no es de extrañar que Camariñas acoja el Museo do Encaixe desde 1996 para atesorar y documentar el patrimonio etnográfico relacionado con esta práctica. Durante décadas, la vida de Camariñas giró en torno a este oficio tradicional, de ahí la existencia de este museo que exhibe decenas de piezas creadas en la zona (algunas con más de 200 años de antigüedad), explica las peculiaridades del encaje de la Costa da Morte o recupera los nombres y las fotografías de aquellas mujeres que pasaron horas, días y años manejando con sorprendente agilidad (cualquier video de YouTube lo demuestra) los bolillos.

En fechas de Semana Santa tiene lugar la interesante Mostra do Encaixe de Palillos en la que se combina la feria comercial con la fiesta antropológica. Se trata de una oportunidad única para ver a las ‘palilleiras’ en acción y disfrutar de un ambiente festivo típicamente gallego.

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