Los temporales y el frío tienen las semanas contadas pero nos resistimos a despedirlos. Qué mejor que seleccionar cuatro pequeños pueblos-boutique de la España Verde con más de 100 años de tradición ‘tourística’, aguas termales y todo el encanto de un pasado glorioso para pasar los últimos días del invierno.
Zestoa, Gipuzkoa (Euskadi)
¿Dónde se encuentra?
A orillas del río Urola, en un respiro que se toma este valle rodeado de grandes montes graníticos. Se ubica en la Gipuzkoa de los prados verdes y los caseríos solitarios pero a apenas diez minutos en coche de la Gipuzkoa pesquera, portuaria e idílica de Zumaia, sus playas y sus acantilados.
Un poco de historia
Cuenta la leyenda que el descubrimiento de las virtudes de las aguas de Zestoa se debe a marqués de San Millán que, en 1760, se percató de que sus perros, aquejados de sarna, se curaron tras bañarse en unas pozas de aguas cálidas. Pocos años después, en 1804, nacía el balneario, uno de los pioneros de España y una rareza dentro de la Euskadi de la época. De hecho, el balneario de Zestoa se considera el primer establecimiento 100% turístico creado en Euskadi, la primera piedra de la, por entonces, llamada ‘industria de los forasteros’. Décadas antes de que el agua de las playas se pusiera de moda, las aguas cálidas y sulfurosas eran capaces de cambiar el destino y la fama de todo un pueblo.
Qué hacer en Zestoa
– Situada a apenas dos kilómetros, la Cueva de Ekain es uno de los santuarios de arte rupestre de la Prehistoria, incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Ekainberri, una reproducción exacta de la cueva original, permite conocer sus tesoros.
– Si remontamos el río Urola llegaremos hasta Azpeitia, donde se encuentra el Santuario de Loyola, un fragmento de la Roma barroca encerrada entre montañas graníticas.
– Si nos dejamos llevar por el curso del río desembocaremos junto a la villa pesquera de Zumaia, puerta de entrada al fascinante flysch costero de la costa vasca, Geoparque Mundial de la Unesco
Puente Viesgo (Cantabria)
¿Dónde se encuentra?
En una Cantabria rural y campestre con un toque señorial y situada a pocos kilómetros de la bahía de Santander y de la autovía del Cantábrico. Está a orillas del río Pas y a los pies de una montaña con forma piramidal y unos cuantos tesoros en su interior, el monte Castillo.
Un poco de historia
Años antes de que Santander se convirtiera en destino de los Veraneos Reales, este pequeño pueblo rural despuntó como destino turístico. Ocurrió en 1862, cuando las aguas del balneario fueron declaradas de utilidad pública, naciendo así un flujo de turistas que ansiaban el clima fresco del norte de España, la tranquilidad de la Cantabria verde y el bienestar de los establecimientos balnearios. El descubrimiento de pinturas rupestres en el conjunto de cuevas del monte Castillo, a principios del siglo XX, amplificó los efectos de su fama.
A finales del siglo XX, Puente Viesgo (y la paz que se respira allí) volvieron a ser actualidad. La Selección Española de fútbol eligió la villa cántabra como lugar de concentración y preparación antes de los partidos. Algunos de los jugadores que pasaron largos períodos a los pies del monte Castillo acabarían conquistando el Mundial de Fútbol de 2010.
Qué hacer en Puente Viesgo
– Pasear por Puente Viesgo en busca de sus monumentos (la casona de Fuentes Pila, la antigua estación o su iglesia neorrománica) o por las riberas del Pas, uno de los grandes ríos salmoneros del norte.
– Conocer el complejo de cuevas del monte Castillo, formado por cuatro cavidades reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Dos de ellas (la cueva de las Monedas y la del Castillo) pueden visitarse así como el Centro de Arte Rupestre de Cantabria Alberto I de Mónaco.
– Pedalear (o caminar) por el Camino Natural Vía Verde del Pas, que recupera el recorrido de un modesto trenecito de vía estrecha que unía la localidad costera de Astillero con la pasiega de Ontaneda para dar servicio a los vecinos del valle.
Las Caldas (Asturias)
¿Dónde se encuentra?
A muy pocos kilómetros al sur de Oviedo y situado en las estribaciones de la Asturias montañosa de interior, Las Caldas es una encantadora villa termal que lleva más de 200 años recibiendo forasteros. Se ubica en una amplia vaguada salpicada de prados y por la que corre el río Nalón.
Un poco de historia
El de Las Caldas es uno de los balnearios modernos más antiguos de España (fue creado en 1776) y no sólo eso: detrás de sus diseños está el arquitecto Ventura Rodríguez, una de las grandes estrellas de la arquitectura del siglo XVIII con obras tan populares como las fuentes madrileñas de Cibeles y Neptuno o la Real Casa de Correos en la también madrileña Puerta del Sol. Fue creado para aprovechar las propiedades de las aguas termales que manaban (de ahí el nombre del pueblo) ricas en carbonatos y oligoelementos con una temperatura de 40 °C. Desde su creación hasta bien entrado el siglo XIX el balneario vivió una época dorada cuyas edificaciones (como el casino, los grandes comedores) han llegado hasta nuestros días.
Qué hacer en Las Caldas
– En Las Caldas es posible navegar en canoa varios kilómetros del Nalón hasta la localidad de Trubia. Aquí el río tiene un perfil muy variado, con tramos de mucho caudal, pequeños rápidos y, por supuesto, aguas mansas.
– En la localidad también se ubica el Campo de Golf Municipal con 18 hoyos entre montañas.
– Desde Las Caldas es posible pedalear (o caminar o patinar…) hasta Oviedo (10 kilómetros con un leve desnivel de subida) a través de la Vía Verde Fuso de la Reina, una ruta idónea sin vehículos de motor.
Isla de A Toxa, Pontevedra (Galicia)
¿Dónde se encuentra?
En una isla idílica en un paraje costero único y tan variado que, cada pocos kilómetros, nos deslumbrará un monte, una marisma o un pueblo pesquero. La isla de A Toxa está bañada por las aguas de la ría de Arousa y unida a tierra desde hace más de un siglo por un puente.
Un poco de historia:
Allá por el año 1840 comenzaron a explotarse las aguas alcalinas medicinales y los lodos de esta isla, por aquel entonces remota, en el municipio de O Grove. Ello dio pie al complejo turístico decimonónico que ha evolucionado hasta nuestros días, contando con campo de golf, casino, palacio de congresos y zonas residenciales. Durante casi 200 años A Toxa ha sido un paréntesis en los recorridos por la costa gallega, un lugar en el que relajarse, bajar los biorritmos y disfrutar del entorno y sus vistas. A pesar de su reducido tamaño, cuenta con un campo de golf de 9 hoyos, varias playas, un puerto deportivo y hoteles de alta categoría.
Qué hacer en A Toxa:
– Por de pronto, pasearla: toda carretera en A Toxa va acompañada de una acera lo que, sumado a sus dimensiones, la convierte en un lugar idóneo para ser descubierta caminando. Ello contribuye, también, a preservar la atmósfera idílica y silenciosa del lugar.
– Es imprescindible visitar el único edificio religioso existente en España que está cubierto íntegramente de conchas de vieira, conocida como la Capilla de las Conchas.
– A Toxa pertenece al término municipal de O Grove donde cada otoño se celebra la multitudinaria Fiesta del Marisco, declarada de Interés Nacional. Sobra decir que es una de las citas obligadas del calendario gastronómico gallego. En 2025 tendrá lugar del 2 al 12 de octubre.